martes, 7 de febrero de 2012

Y nos pusimos con las galleticas

Después de la primera incursión con más o menos gloria con los cupcakes, decidí probar con las galleticas. Descubrí la receta archiconocida del rincón de Bea y su receta de glasa para decorar.(Decoración con glasa que aún tengo aparcada) Me compré el bote de claras de mercadona(que he ido reponiendo en la nevera por otros porque no llegaba nunca a utilizar y alcanzaba su fecha de caducidad), dispuesta a emular sobre todo a estas galletas, creadas por otra  paisana y de uno de mis temas favoritos como es la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar.
Como se acercaba Halloween, con unos cortadores de calabazas y fantasmas y con unos cuantos colorantes y fondant que compré en Crema y chocolate boutique, me lancé a la aventura.
Preparé mi primera masa, horneé y me pasé toda la tarde decorando.
Este fue el primer resultado.



Por supuesto, con la inestimable ayuda de mi pinche de tres años, como si jugara con plastilina, salieron fantasmas hasta de color rojo.
Cuando las vieron mis cuñadas, sobrinos y hermanos, surgió la idea de preparar  a lo bestia, galletas para el truco o trato de Halloween, así que al fin de semana siguiente con nuevas provisiones de fondant, harina, azúcar, y más elementos varios nos juntamos, cuñadas, sobrinos, amigas, compañeras de trabajo de la cuñada,... para una maratoniana sesión galleteril.
Aquí os dejo alguna muestra, como veréis de lo más variopinta y colorida, ya se sabe cuando la batuta la llevan entre tu sobrina de 12 años, un poco más gótica y la pequeña de 4, todo rosa princesa,....


Preparamos también una bandeja de calabacitas para que compartiera mi niño con sus compañeros de colegio

No os imaginais la cantidad de bandejas de galletas que llegamos a preparar para el truco o trato. La noche de Halloween con una casa decorada a la última, nos preparamos a esperar a que llamaran a nuestra puerta. Además de las chuches, sobre todo a los más pequeños les ofrecimos nuestras galletas. No veais qué éxito, se fue corriendo la voz y cuando venían a llamar a la puerta directamente pedían galletas. La cara de satisfacción de los enanos, nos compensó con creces la jornada maratoniana de la elaboración. Qué subidón de autoestima nos dió.
Una actividad en superfamilia que acabamos compartiendo con todo el barrio de mi cuñada. Repetiremos seguro....

2 comentarios:

  1. Que gran recuerdo!!!! Mirases a donde mirases te encontrabas con calabacicas, fantasmicas y niños corriendo alrededor de la mesica....jejejejeje

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  2. Supongo que habrá quien aún recuerde "flipando en colores" el gallinero de niños, galletas, bizcochos,...

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