Mis primeras flores de azúcar

Ya sé que puede parecer extraño, que no va conmigo, yo que soy más festiva e informal, de más colorines que acabe haciendo flores de azúcar. Esto no es una colorida tarta para mis enanos ni unas galletas pintadas ni de ninguna petición como las que me hace con mega-antelación mi sobrina mayor.

Hace ya tiempo que me rondaba la idea de aprender a hacer flores, de esto puedo decir que sabía cero pelotero. Mi experiencia con cursos presenciales aquí en Zaragoza, ya que no me puedo permitir irme de gira, no era muy buena(con mis cursos online no puedo decir lo mismo ya que estoy encantadísima con las chicas MEUG y con ellas y Vanina por segunda vez) así que estaba indecisa. Si que había visto las estupendas flores de Elena de The craftcake mama, y ya lanzada intenté hacer curso con ella en una tienda donde colaboraba pero cambiaron fechas y demás y me quedé con las ganas. Así que cuando vi que ella sacaba sus cursos, corriendo le escribí pero debido a los saraos en los que me meto no podía con la primera fecha, así que con las segundas y tras cuadrar agenda canguril con la suegra ya que ese día tenía turno la contraparte, me apunté.

Aquí en Zaragoza somos muy duros, muy difíciles y siempre pensamos que lo de fuera es mejor pero esta vez, hay que decir totalmente que tenemos en casa lo mejor(sugar floweristicamente hablando)

Empecé el día cruzando Zaragoza volviendo hacia el barrio en el que viví hasta que cambié de núcleo familiar, el día salió de lo más feo.

Al llegar coincidí con las chicas de tendulzo con una de las cuales ya habíamos sido compañeras en el curso de galletas pintadas con MEUG y Vanina. Todo estaba ya listo y esperándonos y nos pusimos manos a la obra.

Bufff, esto era como volver a empezar en el cole sin tener ni idea, nos esperaba un bouquet con lirio, clavel, flor del guisante y pear blossom, y montones de alambres, estambres(jajaja recordamos clase de botánica), cinta mágica....

Empieza el espectáculo, Elenaaaaaaa, SOS, dirá que no la tiene pero está pendiente tiene una paciencia y atención genial. Pliiiis quémame este alambre, ....Ayyyy que se me suicida la flor

La mañana estuvimos "tendiendo" las flores para secarse, a pesar del aguacero que decidió acompañarnos ese día.

La de cacharricos nuevos que no tengo, ainsss si hemos puesto un armario grande en casa del que una parte son mis monadas de repostería y voy a tener que hacer ampliación para todo estoooo (bueno, que no es tanto que ya tengo algún cachito del camino recorrido...)

Antes de comer nos quedamos superconcentradas acabando de cortar algunas flores y sus capullitos para que al finalizar la tertulia post-café comenzásemos con la pintura

Empezamos a pintar con los colorantes en polvo, ainsss si me diera más brochazos para estucarme un poco igual tendría más habilidad, jejeje.

Y llegó la hora de montar el lirio, ay qué stress, que se me giran los pétalos, que esta cinta no me llegaaaaa,...Madreeeee, qué haríamos sin Elena, además ella siempre positiva, toooodo tiene solución(Hasta algún suicidio de flores nos salvó)

Finalmente poquico a poquico fuimos terminando el bouquet, aquí debajo aparece mi petunia, de la que sólo me queda recuerdo gráfico ya que no soportó el transporte público pero de la que mi enano dio buena cuenta para demostrar su comestibilidad.

Aquí veis el bouquet tras el viaje sin la dulce petunia. 

Os presento al resto de mis flores

Clavel chino: Me hizo recordar a mis tiempos infantiles donde mi abuela tenía grandes jardineras en los balcones del pueblo. Es chiquitín pero muy lucidico.

 La flor del guisante, miedo me da cuando la vea alguno por el comentario que pueda hacer(similar al que tuve cuando descubrieron mi rodillo pequeño para fondant, jisjis)

 Pear blossom, muy delicada, con sus capullitos y su hoja con técnica doblado.

 Mi sufrido lirio o el que más me hizo sufrir con sus giros, con el nuevo elemento de tortura: el bolillo(con lo bien que me llevaba yo con mis estecas para modelar9

Os puedo decir que salí muy contenta del curso, esta vez no pensé que había perdido el tiempo y algo más. Además agradecer a Elena todos sus trucos, la sencillez a la hora de enseñar las cosas y también la claridad para exponer temas "colaterales" un pelín conflictivos con mucha elegancia.

Cuando amigas, conocidas o compañeras de trabajo de mi marido, que alguna vez han venido a cotillear como es esto de la repostería creativa, yo les decía que no podía recomendarles ningún sitio donde fuera a valerles, creo que ahora ya es diferente y además un sitio con garantía.

Gracias a María, Cris, Marta, Melania, Sandra por compartir curso y sobre todo a Elena

Gracias mañaaaaaa, un besico